miércoles, enero 26, 2011

Lanzamiento del Libro Poemas Quimicos de Mario Markus


Sobre Poemas Químicos
de Mario Markus


¿Cuantos gorilas desaparecen, para que hablemos confortablemente desde nuestros celulares? Tantalio, el elemento químico número 73, abundante en minerales africanos, nos contesta. Se confiesa, junto a otros elementos, bajo la pluma investigadora de Mario Markus.

La presente obra cumple con levantar el umbral que une lo invisible a lo visible, la indiferencia a la sorpresa, la ciencia a la poesía. Los elementos químicos descubiertos son más que artimañas del universo: son algunas de las respuestas maravillosas, que nos conforman el cuerpo, que nos llenan el espíritu de una plenitud duradera e irrepetible.

El libro parte con el comienzo del mundo: Con hidrógeno, con helio. Y sigue paseando por la historia, por el aire y por la tierra; revelando milenios, países, héroes y destinos. En el mismo nombre de cada elemento, nos reencontramos con los griegos y su mitología, con el latín, con el ingenio humano e incorregible.

El siglo XIX está colmado de descubiertas, de mártires intelectuales que entregaron sus vidas a cambio de descifrarlas, de guerras que germinaron en laboratorios. Y -desafiando prejuicios- de mujeres que dieron luz a la radioactividad y a la energía atómica.


El científico poeta, a través de sus poemas, comprueba un mundo equilibrista en que hombres y elementos inestables, se desafían incesantemente. Se combinan para redimir o condenar, para profundizar infinitamente, en dirección al poder y al misterio. Pero, por sobretodo, para seguir la asombrosa senda de libertad que nos impone la vida: Edvard Munch, no sólo se lució con el amarillo llameante del sulfuro de cadmio; se lució también con la ansiedad y con el grito que no deja de atravesarnos.

Algunos elementos fueron descubiertos gracias a la observación indagadora en los hogares y, muchos de ellos, siguen poblando nuestras rutinas de forma sigilosa. La poesía franca y enriquecida de Mario Markus los señala en el vino y en los lápices, en las lámparas y en la música, en los espejos y en el galanteo de las mariposas. De verso en verso, la tabla periódica va dejando de ser un esquema rígido de informaciones, para transformarse en una ventana hacia la creación, y hacia su verdad más preciada: la vida.

En fin, estos escritos nos alumbran con fósforo, francio y neón. Con conocimiento y con lirismo. Pues no hay noche más oscura que la ignorancia, ni aurora más urgente que el saber. Y, si Lavoisier dijo que la materia no se crea ni se destruye, simplemente se transforma; Mario Markus complementa esto: La materia no solo se transforma, sino que nos encanta, nos potencia y nos ilumina.

1 comentario:

Unknown dijo...

Encontré el texto "Poemas químicos" de Mario Markus en la biblioteca en donde trabajo. La primera hojeada me gustó. Me dispongo a detallarlo. Saludos, Marcelo Seguel Bon